Alicia en el país de la filosofía, Año II, Número II, Nov-Dic 2016

Acerca de las significaciones imaginarias de estudiantes del IES Nro. 1 "Dra. Alicia Moreau de Justo" en relación a la investigación y la praxis docente

Germán  Freiberg  y Germán Gabriel Scharovsky

IES Nº1 Dra.Alicia Moreau Justo


Resumen: La ley de Educación Nacional N° 26.206 (2006) en sus artículos 71 al 78, establece que los Institutos de Formación Docente asumen la tarea de producir investigaciones educativas, entre otras funciones. La sanción de esta ley, en ese aspecto, nos interpela fuertemente a los diferentes actores que integramos la comunidad educativa de los Institutos de formación docente. Creemos que tanto estudiantes como profesores nos encontramos hoy  ante el desafío de replantearnos nuevos vínculos con el saber sobre la formación y sobre la tarea de enseñar, habilitando nuevas significaciones en torno al vínculo entre la docencia y la investigación.

El trabajo tiene como objetivo analizar los comienzos de una investigación en curso, llevada a cabo por estudiantes y docentes del IES N° 1 Dra. Alicia Moreau de Justo, que tiene como eje indagar sobre las significaciones imaginarias que circulan entre los estudiantes, docentes y graduados de la institución en relación a la investigación y la docencia dentro de la institución. Nos centraremos en las tensiones y dificultades que se presentaron tanto a la hora de la elaboración del proyecto, como también en los diferentes interrogantes que generaron las primeras entrevistas realizadas a distintos integrantes del instituto.   

Palabras clave: significaciones imaginarias – investigación – praxis docente – formación – tradición


Abstract: National Education Law 2006, n. 26.206 (71 to 78) establishes that the Teaching Training Institutes assume the task of producing educative investigations, among other functions. The sanction of this law strongly addresses us as the different actors that integrate the educative community of the Teaching Training Institutes in that aspect. We believe that both students and professors find ourselves before the challenge of reconsidering new links with the knowledge about the task of teaching and training today which also enables new significances regarding the link between teaching and investigation.

This work aims to analyse the beginnings of an ongoing investigation by students and professors at the Teaching Training Institute IES Nº 1 “Alicia Moreau de Justo” that focuses on looking into the imaginary significances that circulate among students, professors and graduates of the institution related to the investigation and teaching within the institution. We will centre both on the tensions and difficulties that have taken place at the beginning of the investigation and the questions that have risen from the first interviews   that have been directed to different members of the Institute.

Keywords: imaginary significances – investigation – teaching praxis – training - tradition

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Introducción

El presente trabajo forma parte de un proyecto investigación más amplio, desarrollado por el Instituto de Educación Superior Nº1“Dra. Alicia Moreau de Justo”. Dicho proyecto tiene por objeto conocer las significaciones imaginarias que docentes, estudiantes y graduados del Instituto de Educación Superior Nº1 “Dra. Alicia Moreau de Justo”, construyen en torno a la función, actividad de investigación y utilidad de dicho conocimiento y praxis en relación con su tarea como formadores o futuros docentes.

Es preciso aclarar que este trabajo se circunscribe a los comienzos de esta experiencia de investigación llevada adelante por estudiantes y docentes del instituto. Es decir, que el desarrollo de este trabajo se centrará en los diferentes interrogantes e hipótesis que generaron las primeras entrevistas realizadas a distintos integrantes de la comunidad del instituto, como también en el análisis de las tensiones y dificultades que se presentaron a la hora de la elaboración del proyecto.

 
Metodología

El enfoque teórico-metodológico del trabajo es fundamentalmente de carácter comprensivo y se basa en la realización de una serie de entrevistas, de carácter abierto y en profundidad, a diferentes estudiantes avanzados de la institución.

Estas entrevistas persiguen el objetivo de ahondar en las experiencias de investigación que han tenido distintos estudiantes en sus trayectos de formación correspondientes, como también en las significaciones construidas sobre éstas y su impacto en el desarrollo profesional de cada uno.

 

Antecedentes

El proyecto de investigación tiene su origen en el trabajo desarrollado dentro del Taller de investigación que se propone en el recorrido realizado por estudiantes de los profesorados de Filosofía y Psicología del Instituto. La docente a cargo propone el diseño de un proyecto de investigación que involucra tanto a los estudiantes que se encuentran cursando el taller, como a otros docentes de la institución. El contexto de esta propuesta es la sanción de la Ley de Educación Nacional N° 26.206 (2006) en sus artículos 71 al 78, establece que los Institutos de formación docente asumen la tarea de producir investigaciones educativas, entre otras funciones.

El diseño e implementación del proyecto de investigación se desarrolla en el marco de este taller, en el cual participan la totalidad de los alumnos junto a la docente a cargo. Se determina como objeto de investigación conocer, sistematizar y analizar las significaciones imaginarias de docentes, estudiantes y egresados del Instituto de Educación Superior Nº1 “Dra. Alicia Moreau de Justo”, sobre la relación entre investigación y praxis educativa.

 

Objetivos

El presente trabajo tiene como objetivo retomar la experiencia particular desarrollada al interior del Taller de investigación, para analizar los distintos sentidos construidos en ese proceso.

A partir de la elaboración de este trabajo, entonces, intentamos aproximarnos, en primer lugar, a partir de distintas entrevistas e intercambios, a las significaciones que estudiantes avanzados construyen en relación a la investigación y de qué formas piensan su vínculo con la praxis docente, en la finalización de sus trayectos de formación inicial. En este sentido, también,  intentaremos identificar las tradiciones sobre las que descansan dichas concepciones.

Por último, abordaremos las tensiones, zonas problemáticas e interrogantes que se generaron en esta primera experiencia de investigación desarrollada en el taller, donde nos proponemos, en un ejercicio metacognitivo, interrogar el impacto que tuvo para nuestros trayectos de formación como estudiantes el haber participado de esta iniciativa.


Sobre las diferentes concepciones de investigación

Según el pedagogo Angel Perez Gomez, en su trabajo acerca de los modelos metodológicos de investigación educativa, el modelo de ciencia y de investigación científica que se ha impuesto históricamente y en el que hemos sido educados y socializados en la vida académica hasta nuestros días, es el modelo positivista que triunfó en el desarrollo de las ciencias naturales y en sus espectaculares progresos en las aplicaciones tecnológicas. De esta forma, se ha impuesto como único modelo de concepción científica, adquiriendo el monopolio de cientificidad. Por esta razón, cuando el conocimiento en ciencias sociales pretende superar el estadio de pura especulación filosófica o de saber de opinión, se adhiere al modelo positivista como única garantía de rigor y eficiencia. (Perez Gomez, 1992)

Este primer señalamiento resulta pertinente a la luz de varios pasajes de las entrevistas realizadas a distintos estudiantes del instituto, sobre todo en relación a la manera de significar la actividad investigativa y su posible vínculo con la práctica docente, ya que pareciera observarse una tendencia a pensar la investigación circunscribiéndola exclusivamente al paradigma positivista citado anteriormente.

En una de las entrevistas realizadas a un estudiante del instituto, al interrogarlo sobre la posibilidad de establecer alguna relación entre la práctica docente y la investigación, luego de unos segundos de silencio, respondió que no, que no sabría cómo relacionarlas, que en los términos que pensaba la investigación le parecía que no. Sin embrago, en distintas partes de la entrevista, donde el entrevistado repasa su trayecto por el profesorado, puede inferirse en qué sentido piensa esa investigación.    

El énfasis de cierta objetividad en aquello que se investiga, excluyendo al propio protagonista que lleva a adelante la clase, nos conduce a identificar ciertos rasgos que se corresponden al modelo positivista, ya que éste presupone que toda producción de conocimiento debe tener un punto de partida objetivo y neutral donde el investigador no debe contaminar con su punto de vista el objeto que pretende estudiar. Sin embargo, entendemos al igual que Pérez Gómez que para comprender la práctica docente el desarrollo de la investigación exige la presencia del investigador en el ámbito donde suceden los fenómenos que pretende comprender y encontrar sentido, ya que tan importantes son la características observables de un acontecimiento como la interpretación subjetiva que le conceden los que participan en el mismo. Es decir, que los individuos son agentes activos que construyen de forma condicionada el sentido de la realidad en que viven.

En esta misma línea, el mismo estudiante entrevistado, haciendo un repaso de las experiencias de investigación que tuvo en su formación, realiza una distinción valorativa de su paso por el seminario de técnicas cualitativas y técnicas cuantitativas.

Observamos una concepción acerca de lo que implica la investigación, que parece reforzar la idea de una toma de distancia respecto del objeto, de preservar cierta pureza respecto de la subjetividad del investigador. No obstante, en esta oportunidad, la argumentación recae sobre los distintos procedimientos utilizados, como la realización de estadísticas, gráficos, cálculo de porcentajes, etc. La actividad de investigar, entonces, aparece limitada solo a la aplicación de estas técnicas, que refuerzan cierta despersonalización por parte del investigador, dejando de lado otras herramientas como la formulación de preguntas, de problemas, la observación aguda, entre otras. Parecería, entonces, que al interior del paradigma positivista, para poder llevar a cabo la tarea de investigar lo que se requiere es método; el cual se sustenta en la eliminación del prejuicio y la experimentación. (Diaz, E, 1998)

Sin embargo, Perez Gomez opone a este paradigma científico un enfoque alternativo, que consiste en el modelo interpretativo.

En el enfoque interpretativo, la finalidad de la investigación no es la predicción ni el control, sino la comprensión de los fenómenos y la formación de los que participan en ellos para que su actuación sea más reflexiva, rica y eficaz, El objetivo de la investigación no es la producción de leyes o generalizaciones independientes del contexto, por cuanto consideran que la comprensión de los significados no puede realizarse con la independencia del contexto (Perez Gomez, 1992,  p. 121).

La exclusión de este enfoque en las miradas de los entrevistados, permite vislumbrar la imposibilidad que tienen de vincular la actividad investigativa de sus futuras prácticas docentes. Pero a la vez, se vuelve pertinente interrogar las tradiciones sobre las que se construyó históricamente el propio ejercicio de la docencia, cuestión que abordaremos a continuación, y que obturan una mirada más reflexiva sobre la propia práctica.

 

Tradiciones en tensión      

    “El ojo no es solo una parte del cerebro, es una parte de la tradición”

    Elliot W. Eisner

 En uno de los trabajos realizados por Rebeca Anijovich: “Transitar la formación pedagógica. Dispositivos y estrategias”, se aborda un interrogante fundamental para pensar el sentido de la reflexión en la práctica docente:

Una pregunta interesante que se formula Eliane Ricard-Fersing (1999) es si es necesario debatir acerca de la relevancia de la práctica reflexiva cuando uno trata de ser un docente, o si el ser docente ya implica una actividad reflexiva. Generaciones pertenecientes a distintas épocas han ejercido la docencia bajo paradigmas en los cuales la reflexión no tenía lugar como objeto de estudio porque estaban centrados solo en la actuación de la propia labor pedagógica (Anijovich, 2009, p. 44)

Esos paradigmas a los cuales hace referencia Anijovich, tienen raíces profundas en una arraigada tradición, en la cual los docentes son pensados como meros reproductores de conocimientos diseñados por los especialistas en educación, vinculados, en la mayoría de las veces, al circuito académico. De esta manera, la producción de conocimiento pareciera ser una tarea que solo podría ser desempeñada por el experto en educación, quedando relegado un tipo de saber particular que encarna el docente en el ejercicio de su tarea de enseñanza. Entonces, este tipo de conocimiento, que es fruto de la reflexión de la práctica docente, encuentra su sentido en la medida que, como bien señala la investigadora en educación Lea Vezub,  esa práctica deja de ser un campo de implementación en el cual se llevan a cabo las estrategias diseñadas por otros otros (especialistas, expertos, técnicos) y se convierte en una fuente de saber. (Vezub, 2010)

En las distintas entrevistas realizadas a estudiantes, pero también en distintas instancias de intercambio acerca de la experiencia de investigación desarrollada en el instituto, percibimos ciertas dificultades a la hora de pensar al docente como productor de conocimiento, lo que nos llevó a pensar hasta qué punto esa arraigada tradición que ubica a los docentes como meros reproductores de conocimiento continua operando en los trayectos de formación.

Puede evidenciarse la vitalidad de esa tradición a la que nos referíamos anteriormente, hasta el punto de ver como una “limitación” el investigar desde una perspectiva docente. Es interesante, también, el contrapunto que elabora un estudiante cuando sostiene que un docente tiene que tener las herramientas metodológicas y empíricas para poder investigar como un licenciado, percibiendo, en este caso, una perspectiva más ambiciosa.

Esta contraposición que se construye es fundamental, porque es aquí donde parece ubicarse la dificultad mayor, que consiste, precisamente, en el problema que presenta reflexionar acerca del vínculo entre la investigación y la praxis docente. Problema que interpela no solo a este estudiante, sino a gran parte de la comunidad educativa, incluido este equipo de investigación que encuentra su origen en la posibilidad de indagar esa zona todavía oscura.

En distintas entrevistas realizadas a estudiantes, también observamos cierta dificultad para pensar un posible cruce entre la actividad de investigar y la práctica docente, aún reconociendo que aquellos que deberían analizar la propia práctica deberían ser los docentes. Esto queda evidenciado en el prolongado silencio que hace el estudiante ante la última pregunta y la respuesta final, donde concluye que éstas son cosas sobre las que nunca había pensado.

        Las tradiciones desde las cuales se piensa la posibilidad de un docente investigador, son un factor ineludible a la hora de reflexionar sobre el estatuto de esa actividad al interior de los Institutos de Formación Docente.

       Según Gadamer, todo sujeto se encuentra inmerso en tradiciones, que se configuran en matrices de pensamiento que utilizamos a la hora de interpretar, y que son la expresión de un devenir histórico en el cual se está inmerso.  Sin embargo, sostiene que éstas, lejos de ser descartadas de plano, deben ser identificadas y puestas en diálogo para poder comprender (Gadamer, 1993). Por ese motivo, entendemos que es necesario acceder de alguna forma a esas tradiciones que intervienen en las significaciones que los estudiantes realizan en torno a la práctica docente, la investigación, y la posibilidad de vincular estas dos actividades. 

   
Impacto de la investigación en la formación

Como dijimos, el proyecto se gestó en la cursada de un taller de investigación que se dicta en el “IES Nº1 Alicia Moreau Justo” para los profesorados de filosofía y psicología.

En la primera mitad del año nos dedicamos a conocer algunas corrientes o teorías de investigación. Pensamos también cuales pueden ser sus sentidos. Un trabajo interesante que se hizo en esta etapa fue intentar ponernos en los zapatos de algún autor que nos interese y tratar de rastrear cuales eran todas las cuestiones que incidían en los resultados de sus producciones (historia, contexto, interlocutores, ideales, etc.) Fue necesario para realizar este trabajo hacer una pequeña búsqueda sobre el autor que no solo nos sirvió para hacer una primera práctica de investigación sobre un tema sino que además nos hizo ver cómo influye todo lo que trae consigo un sujeto a la hora de producir algún conocimiento. En la segunda parte sabíamos que el taller iba a tomar una tendencia más práctica. La docente a cargo propuso que estemos atentos a nuestras inquietudes para intentar encontrar un tema para investigar. Al estar en una institución formadora de docentes los primeros temas que empezamos a charlar en clase fueron los relacionados a la pedagogía y al rol del docente. Luego de muchas discusiones determinamos que el tema iba a rondar en torno de la investigación docente. Fue difícil llegar a este tema ya que mientras lo hacíamos nos dábamos cuenta que desconocíamos en gran medida cuales eran las posibles funciones que podría tener un docente que investigue. ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Por qué? Realmente todo eso no lo entendíamos y se nos hacía muy dificultoso proyectar y detectar con precisión qué es lo que buscábamos. Allí se generó un quiebre entre algunos estudiantes que entendían que esas preguntas sin respuesta eran un buen motivo para indagar sobre esos temas. Para otros generaban un interés muy bajo en algunos casos y en otros se llegó a observar un cierto descontento. Nos animamos a pensar que parte de ese descontento tenía que ver con la oscuridad que presentaban alguna de estas preguntas y la dificultad que arrastramos para pensar relaciones entre la tarea de investigar y el rol mismo del docente. Además de esto pensamos en las formas a las que estamos acostumbrados como estudiantes. Es decir, en las charlas de los pasillos con algunos compañeros, recibíamos comentarios como “no estoy aprendiendo nada”. Se nos ocurre que estaba sucediendo algo distinto. En vez de recibir una clase explicativa sobre lo que es investigar estábamos haciendo una investigación participativa en la cual el aprendizaje se obtenía de la practica misma y no de la explicación. Pero que a la vez esta investigación que estaba sucediendo no encajaba con las representaciones que se tenían sobre la investigación, por lo cual, para algunos de los estudiantes, ni estábamos investigando ni estábamos aprendiendo a investigar. Es decir todo este proceso fue muy circular ya que mientras encontrábamos algunas respuestas a lo que estábamos buscando, veíamos que mucho de eso se reflejaba en nuestros mismos comportamientos o pensamientos, los ponía en un lugar de cuestionamiento y en algunos casos los iba transformando. Investigar la investigación nos llevaba constantemente a poner en juicio todo aquello. Cuando no pasaba eso, quizá algo que ahora podemos ver, entonces no aceptábamos como válido aquello que se hacía.

Resaltamos que en todo este proceso, la tarea de investigar generó un espacio muy valioso de reflexión que permitió poner sobre la mesa todos los prejuicios que son parte de nuestra tradición, hacer que entren en diálogo con el objeto de nuestra investigación, de la cual somos parte, y así poder legitimarlos o transformarlos.

A modo de conclusión

Las primeras cuestiones que nos propusimos responder fueron las relacionadas al rol del docente investigador. Creemos que al menos en dos aspectos es beneficioso que el docente investigue. En primer lugar, que este sea capaz de analizar su práctica cotidiana, observar su práctica y las respuestas de los estudiantes y todo aquello que va sucediendo en el ámbito escolar. En segundo lugar, que pueda producir contenidos que resuelvan o aporten a las problemáticas que se van encontrando en el trascurso de las clases. Entendemos que de alguna manera esto sucede siempre pero que, quizá, por su poca sistematización y por sus formas, esta actividad no es considerada como una investigación y que en el sentido común se reconoce como investigación a las observaciones que hace algún científico especializado de la educación que no es parte de nuestra clase en lo cotidiano pero que se lo ve como más objetivo justamente por no ser parte. Nos propusimos por consiguiente rastrear cuáles son las creencias, percepciones, prejuicios e imaginarios que se tiene sobre la investigación docente, para poder encontrar cuáles son los obstáculos que impiden que se incorpore a la actividad docente la investigación consciente y la producción de saberes a partir de una visión interpretativa y comprensiva de la realidad.

En las primeras observaciones de las primeras entrevistas, notamos en algunos casos que hay arraigada una visión positivista de la investigación. Es decir, que se pretende objetividad, alcanzar una respuesta con un grado de verdad permanente, que se pueda visualizar a través de herramientas como estadísticas.

Desde ese punto de vista se dificulta pensar la tarea cotidiana de un docente de observar, interpretar y comprender su entorno como una tarea de investigación.

Esto, además, no permite pensar cómo mejorar y desarrollar ese tipo de investigación que es la que realmente sucede a diario y además, como sostienen los autores, podría ser la más adecuada para indagar una actividad social como la educación.

Por otro lado, encontramos casos donde los entrevistados observan esta dicotomía pero ven también que en la institución no se trabaja en ese sentido. Que aún una gran parte de los docentes siguen transfiriendo la enseñanza de la investigación con una matriz positivista. Y además que no hay espacios donde se investigue la temática educativa.

A partir de estas primeras conclusiones se abre en el “Alicia Moreau de Justo” un espacio con la idea de formar un equipo de investigación que se proponga, en el primer año, terminar de tener una visión más acertada sobre el imaginario colectivo que tiene la institución sobre estos asuntos. Para, en el caso de dar con algún grado mayor de certeza de que estas pequeñas hipótesis son aparentemente reales, intentar generar espacios donde los estudiantes, futuros docentes, se formen como docentes investigadores.

Si aceptamos que los objetivos de una investigación docente son interpretar y comprender, de una manera participativa, los fenómenos que suceden, con quienes son parte de los mismos, debemos entonces seguir indagando y hallar aquellas concepciones que obstaculicen la intención de que un docente se piense investigador y por otro lado encontrar los prejuicios que se tienen sobre la investigación, para que no se mire desde una perspectiva positivista en busca de una verdad objetiva y absoluta sino que se vire a un docente que investigue constantemente, conscientemente desde una perspectiva interpretativa y participativa.

 

Bibliografía

- Anijovich, R, y otros. “Transitar la formación pedagógica”, Paidós, Buenos Aires, 2009

- Díaz, E, “La ciencia y el imaginario social”, Editorial Biblos, 1998

- Eisner, E., “El ojo ilustrado. Indagación cualitativa y mejora de la práctica educativa”. Paidós, Barcelona, 1998

-  Gadamer, H.-G., “Verdad y método”, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1993

- Pérez Gómez, A., “Comprender la enseñanza en la escuela. Modelos metodológicos de investigación educativa”. En Gimeno Sacristan, J.Pérez Gómez. “Comprender y transformar la enseñanza”, Morata, Madrid, 1992

- Vezub Lea, Fernanda, “El desarrollo profesional docente centrado en la escuela: concepciones, políticas y experiencias”, Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación IIPE, Unesco, Buenos Aires, 2010